En la residència de ancianos Les Dàlies de Barcelona hemos realizado una sesión de aromaterapia con seis residentes, pocos participantes para poder crear un ambiente relajado y un clima en el que concentrarse mejor a lo largo de la sesión.
En esta ocasión, hemos utilizado el aroma de romero. Los residentes empezaron oliendo esta esencia para averiguar de qué aroma se trataba y todos acertaron. Después prestaron atención a la respiración, en un primer momento dirigiéndola hacia el pecho, luego hacia el abdomen y, finalmente, de manera combinada.
A continuación, nos imaginamos en medio de un prado lleno de plantas de romero, hacía muy buen día y corría una brisa que nos acercaba a ese olor tan bueno de romero (mientras el terapeuta realizaba esta narración, acercaba el humidificador a cada uno de los residentes para que notaran como llegaba esta brisa y la esencia a romero). Después, hemos recordado mentalmente buenas anécdotas y recuerdos que todos habíamos vivido.
Finalmente, para volver a activarnos, hemos abierto los ojos y hemos estirado cada una de las articulaciones del cuerpo, primero los brazos, luego las piernas y, finalmente, nos hemos puesto de pie para estirar la espalda y todo el cuerpo.
Los residentes han disfrutado mucho de la sesión, se han relajado y han dejado la mente en blanco durante unos instantes, dejando atrás los problemas y las malas vibraciones.