A través de los talleres de musicoterapia de la residencia de mayores Voramar de Mataró, aprovechamos cualquier recurso expresivo (música, sonido, voz, gestos y movimientos corporales, etc.) para lograr una estructura integrada de expresión, cuyo objetivo es velar por la salud física y cognitiva de todos nuestros residentes.
En la última sesión de musicoterapia, nuestros usuarios se ponían la mano en la cabeza cuando se nombraba la palabra «Cuba», mientras escuchaban la canción “Cuando me fui de Cuba” de Luis Aguilé, de este modo se fomenta la atención de los participantes. Otra de las actividades de la sesión fue mover un pañuelo blanco en el momento de la despedida de la habanera «La bella Lola».
A través de diferentes expresiones artísticas se estimula la memoria a corto y largo plazo, se reduce la confusión y aumenta la retención de información. Las sesiones son un espacio de entretenimiento y recreación para prevenir trastornos emocionales.
Escuchar canciones, cantarlas, seguir su ritmo, etc. son actividades que fomentan de manera natural la atención auditiva, el lenguaje comprensivo y expresivo, la memoria y el movimiento. La musicoterapia contribuye al retardo del deterioro de las facultades físicas y mentales de las personas mayores.
