Podemos llegar donde queramos, podemos hacer todo lo que deseamos juntos
La silla anfibia, una estructura flotante con ruedas, posibilita a todas las personas que lo deseen (independientemente de sus dificultades de movilidad, no saber nadar o de su inseguridad) a bañarse en el mar. De este modo, bañarse en el mar es accesible, cómodo y fácil, sólo se precisa voluntad para disfrutar y experimentar.
Hace varios años que se impulsa esta iniciativa en las costas catalanas y consideramos de gran importancia darla a conocer, ya que muchas familias no conocen este servicio gratuito que proporciona la Cruz Roja, donde los socorristas profesionales acompañan a la persona durante esta actividad el tiempo que lo desea, lo que promueve su autonomía porque no es preciso que vaya acompañada de un familiar, amigo, cuidador, etc.
Este servicio fomenta la inclusión y pluralidad de personas en actividades habituales en esta estación del año, el verano, y también implícitamente supone la normalización y asimilación de la diversidad social tan necesaria hoy en día para romper barreras y crecer.
Así pues, herramientas e instrumentos inventados por el hombre facilitan la adaptabilidad y a la vez la ruptura de prejuicios y estereotipos negativos hacia la edad, los miedos, las dificultades, las barreras y los impedimentos para hacer todo lo que nos apetezca.
Emilia y Rosa, residentes del centro geriátrico La Vostra Llar Blanes, han vuelto a bañarse en la playa, hacía años que no lo hacían y nos explican que se han sentido libres, seguras, motivadas y con ganas e ilusión de repetir la experiencia. Preguntaban que cuando se ha inventado esto y porque nadie se lo había explicado antes. «Así todo es más fácil», exclamó Rosa.