Cuando una persona vive con Alzheimer, hablar y entenderse puede volverse difícil. Sin embargo, una buena comunicación ayuda a reforzar la confianza, reducir la ansiedad y mantener el vínculo afectivo. Des de las residencias y centros de día La Vostra Llar queremos darte unos consejos prácticos:
1. Acércate siempre de forma tranquila
Antes de empezar a hablar con una persona con Alzheimer, acércate despacio, mírale a los ojos y llama suavemente su atención. Un saludo cálido o un leve toque en el brazo pueden ayudar a que se sienta seguro y preparado para escucharte.
2. Habla claro, despacio y con frases sencillas
Usa frases cortas y palabras fáciles. Por ejemplo, en lugar de decir «¿Te gustaría salir a dar un paseo después de comer si hace buen tiempo?», di «¿Quieres salir a pasear ahora?».
Habla despacio, dejando tiempo para que procese cada frase.
3. Haz preguntas simples y ofrece opciones
Las preguntas abiertas pueden confundir. Mejor haz preguntas que puedan responderse con “sí” o “no”, o da dos opciones claras.
Ejemplo: «¿Prefieres té o café?» en lugar de «¿Qué quieres beber?».
4. Acompaña tus palabras con gestos y expresiones
Señala los objetos de los que hablas, asiente con la cabeza para reforzar un “sí”, sonríe si quieres transmitir tranquilidad. La comunicación no verbal es clave cuando las palabras fallan.
5. Elimina distracciones
Apaga la televisión, baja el volumen de la música y mantén el entorno lo más tranquilo posible para facilitar la atención y la comprensión.
6. No corrijas ni discutas
Si se equivoca en algo, evita corregirle o decirle «eso no es así». No importa tanto la precisión como mantener un ambiente de calma y respeto. A veces, lo mejor es seguir la conversación sin darle importancia al error.
7. Escucha con los oídos y con el corazón
Presta atención a lo que dice, pero también a su tono de voz, a su mirada o a sus gestos. Muchas veces expresan más emociones que palabras.
8. Valida sus emociones
En lugar de corregir lo que siente, acompáñalo. Si dice que tiene miedo, responde con frases como: «Estoy aquí contigo», «Todo está bien», incluso aunque la situación no parezca lógica.
9. Adáptate a su ritmo
Puede que algunos días esté más receptivo y otros no. Adapta tu comunicación según su estado de ánimo y su nivel de atención.
10. Termina siempre con cariño
Aunque la conversación no haya sido perfecta, una sonrisa, una caricia o un “te quiero” dejan una huella positiva y fortalecen el vínculo.
Más allá de las palabras, lo que realmente cuenta es transmitir cariño, respeto y paciencia. La persona con Alzheimer sigue sintiendo y valorando tu presencia. Si quieres saber más sobre cómo acompañamos a las personas con Alzheimer en La Vostra Llar, visita nuestra página especializada.
