Juntos cada mañana nos decimos buenos días. Realizamos conjuntamente las actividades del centro, compartimos comidas, vivencias, experiencias…
Hemos vivido juntos las fiestas de Navidad, fiestas con la familia, y en la residencia tenemos también parte de nuestra familia, nueva familia. Con mucha juerga, brindamos por los que estamos, por los que seremos y por todo lo bueno que nos vendrá y juntos compartiremos.
Después de tantas fiestas y comidas haremos sesiones intensivas de fisioterapia grupal e individual para quemar todo lo que hemos comido estos últimos días y coger de nuevo la agilidad corporal. Potenciaremos las capacidades físicas para mejorar el tono muscular, la ergonomía y el equilibrio.
Reanudaremos las actividades de estimulación cognitiva: reminiscencias, talleres sensoriales, terapias con perros…, pero sin dejar de lado ninguna de las actividades lúdicas que tanto nos gustan: juegos de mesa, cine, bailes, espectáculos…, ni las visitas a nuestra terraza para conversar, leer y debatir las noticias del día, dibujar, escribir…, ni ninguna de nuestras fiestas habituales.
Disfrutaremos de la comida del “Menú del abuelo”, celebraremos la fiesta de cumpleaños de todos los abuelos y abuelas que han cumplido años este mes…. Y, cómo no, todo lo que nos sea favorable para nosotros lo haremos.
Continuaremos estimulando la interacción social, para crear vínculos entre los residentes y para fomentar un contacto positivo en distintos entornos. Estimulamos los sentidos, la emoción y la diversión.
¡Somos gente activa!