Las personas mayores que viven en centros residenciales, pasan por un proceso de adaptación que suponen un gran cambio en su vida tanto a nivel personal como social y por ello es tan importante su acompañamiento y apoyo emocional desde el primer día que llegan a la residencia.
Una de las herramientas que ayudan en este proceso de adaptación son las relaciones sociales que se generan dentro y que, en la mayoría de ocasiones, llevan a establecer relaciones de amistad con los demás residentes y favorece así a su integración y bienestar dentro del centro. Pero hay algo muy importante para ellos y es su principal pilar y apoyo, la familia.
Ver a sus hijos, nietos y demás familiares cercanos a ellos, les proporcionan confianza, seguridad y autoestima. Pasar tiempo con sus seres queridos se convierte en su principal deseo y bienestar. De ahí, la importancia de las visitas de los familiares. El contacto con ellos y la participación e implicación de ellos en las rutinas diarias y actividades que se llevan a cabo en el centro.
A través de las visitas de los familiares, se contribuye a combatir la soledad, sentimiento generado en ocasiones debido a las afectaciones cognitivas y las situaciones personales de cada uno de ellos. Además de tener contacto directo con la realidad exterior y a sentirse más partícipes en su entorno familiar.
En conclusión, la importancia de las amistades y la familia en las residencias de personas mayores es innegable. Estas relaciones afectivas desempeñan un papel fundamental en el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores. Las amistades brindan compañía, apoyo emocional y la oportunidad de compartir experiencias. Mientras que la presencia de la familia fortalece los lazos afectivos y proporciona un sentido de pertenencia. Fomentar y mantener estas conexiones sociales en las residencias La Vostra Llar es esencial para garantizar que las personas mayores disfruten de una vida plena.