Cuando la música, además de música, es terapia
La música tiene muchas ventajas para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Simplemente, es una herramienta que sirve de refuerzo y nos acompaña cuando estamos sufriendo momentos difíciles a cualquier etapa de la vida. Cuando cantamos, no pensamos en nada, solo sentimos. La música nos ayuda a disfrutar del presente, no poner tiempo a nada, solo nuestra atención, y a olvidarnos durante un rato de nuestros problemas.
La música nos permite experimentar placer. Escuchar música puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina, la encargada de regular el estado de ánimo y el sueño.
La música, además, es comunicación, es social, lo que permite compartir el placer, la gratificación que supone la música, con otras personas. Así, cantar una canción en grupo ayuda a fortalecer los vínculos afectivos dentro del grupo y aporta multitud de beneficios sociales y emocionales.
Con el envejecimiento, se puede sufrir el deterioro de algunas funciones y capacidades, tanto físicas, como funcionales o cognitivas. Sin embargo, existen actividades y hábitos que pueden retardar la pérdida de estas facultades.
Al escuchar música, no solo estamos ejercitando nuestra mente, también nuestra capacidad auditiva y/o visual. Además, también ayuda a mejorar las habilidades verbales, estimula el aprendizaje, mantiene la atención y la concentración, fomenta la creatividad y disminuye la ansiedad.
Musicoterapia en las residencias de ancianos La Vostra Llar
Por este motivo, la musicoterapia es una de las actividades más recomendables para que las personas mayores puedan disfrutar de un envejecimiento saludable. Desde las residencias y centros de día La Vostra Llar, incluimos la música como eje central de muchos de nuestros talleres y actividades, puesto que todo aquello positivo para nuestros mayores, ocupa un sitio importante en nuestro orden de prioridades.