¿Qué es la salud mental?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
¿Qué es el Alzheimer?
Por tanto, entendemos que si a una persona se le diagnostica Alzheimer no tiene una salud mental adecuada y/o de calidad, puesto que:
La enfermedad de Alzheimer es la forma más frecuente de demencia y afecta al 60-80% de los casos de demencia. Se trata de una enfermedad irreversible y degenerativa del cerebro que afecta progresivamente a la memoria y a la capacidad de pensar, hasta llevar, finalmente, a la incapacidad de la persona para llevar a cabo las tareas más simples. El principal factor de riesgo conocido es la edad avanzada y la probabilidad de desarrollar la enfermedad se duplica cada cinco años a partir de los 65 años. Además, después de los 85 años, el riesgo alcanza casi el 50%.
Síntomas del Alzheimer
Si bien los tratamientos actuales para el Alzheimer no pueden detener el avance de la enfermedad, pueden ralentizar el empeoramiento de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer y sus cuidadores. Actualmente, se trabaja a nivel mundial para encontrar mejores formas de tratar la enfermedad, retrasar su inicio y evitar su desarrollo.
Según la información extraída de la web oficial de la Asociación de Alzheimer de Chicago (2022), algunos de los síntomas del Alzheimer son los siguientes:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana: se olvida información recién aprendida. También se olvidan fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente; se necesitan sistemas de ayuda (notas, dispositivos electrónicos o se depende de familiares) para realizar tareas que antes uno hacía solo.
- Dificultades para planificar y/o resolver problemas: algunas personas pueden tener problemas de concentración y experimentar cambios en su habilidad para desarrollar y seguir un plan o trabajar con números (dificultad para seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales).
- Dificultades para desempeñar tareas rutinarias del hogar, trabajo o relacionadas con el ocio: a las personas que padecen Alzheimer muy a menudo se les hace difícil completar tareas cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.
- Pérdida de la orientación temporal y/o espacial: se les olvidan las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante y que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí.
- Dificultad para comprender imágenes visuales: pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste.
- Problemas en el lenguaje hablado y escrito: pueden tener problemas para seguir o participar en una conversación. Es posible que se paren en medio de una conversación, sin saber cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Luchan por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado y pueden definir cosas con un nombre incorrecto.
- Colocación de objetos fuera de lugar: suelen colocar cosas en lugares equivocados, se les pueden perder y no pueden retroceder sus pasos para poder encontrarlas. A veces, es posible que acusen a los demás de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el tiempo.
- Disminución o falta del buen juicio: pueden experimentar cambios en el juicio o a la hora de tomar decisiones (regalar grandes cantidades de dinero a personas que venden productos y servicios por teléfono o prestar menos atención al aseo personal.
- Pérdida de iniciativa en el trabajo o en sus actividades sociales: perder la iniciativa para desarrollar pasatiempos, participar en actividades sociales o deportes. Es posible que tengan dificultad en entender los hechos recientes de su equipo favorito o en cómo resolver su pasatiempo favorito. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado.
- Cambios de humor y/o personalidad: pueden llegar a sentir confusión, padecer depresión o ansiedad. Se pueden enfadar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente.
¿Qué podemos hacer para afrontar el diagnóstico de Alzheimer en nosotros mismos o en una persona cercana?
Mediante la detección temprana, se pueden explorar tratamientos que podrían aliviar los síntomas, ayudar a mantener un nivel de independencia por más tiempo y aumentar las posibilidades de participar en ensayos clínicos de medicamentos que ayudan a promover la investigación.
Es muy importante buscar asesoramiento y consultar a personal médico cualificado. Pero, también es cierto que factores como nuestra socialización, rutinas, hábitos, actividades de la vida diaria, etc., pueden tener una gran influencia en la detención, mantenimiento y/o evolución del diagnóstico. Por lo tanto, es importante conocer ciertos aspectos y/o recursos a trabajar que pueden favorecer el bienestar y la salud mental de la persona.
- Actitud positiva hacia uno mismo.
- Integración (identidad estable en los diferentes contextos y roles de la vida).
- Autonomía (capacidad de autorregulación de los estados propios, cognitivos y emocionales).
- Crecimiento personal (capacidad para desarrollar competencias personales).
- Percepción apropiada de la realidad.
- Manejar el entorno y ser empático con los otros.
Se tiene que trabajar para hacer consciente a la persona y que su salud mental se mantenga y/o mejore. En los centros de día y residencias de ancianos La Vostra Llar, el equipo multidisciplinario planifica una atención directa en cada individuo, teniendo en cuenta el favorecimiento de los aspectos anteriores y su bienestar integral.
BIBLIOGRAFÍA
- Alzheimer’s Association. (2016) 10 Early Signs and Symptoms of Alzheimer’s. Chicago: org. http://www.alz.org/alzheimers_disease_10_signs_of_alzheimers.asp
- De la enfermedad de Alzheimer, S. (2015). Enfermedad de Alzheimer. Journal of Alzheimer’s Disease, 43, 949-955.