Las tareas manuales son muy positivas para la actividad cognitiva y para el desarrollo de habilidades y destrezas fundamentales para el día a día de las personas mayores. Estas actividades no solo ayudan al entretenimiento, también es un buen ejercicio para la salud, especialmente para la gente mayor.
Un buen ejemplo es la costura, que ayuda de diferentes maneras aportando beneficios al cuerpo y la mente. Es una ocupación que combina la creatividad, organización, paciencia y movimiento, favoreciendo la salud mental.
¿Cómo influye en las residencias de ancianos?
A nivel psicológico, podemos encontrar diferentes beneficios como: estimular la creatividad, control de las emociones, fomentar los aspectos cognitivos, mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo, aumentando la satisfacción y plenitud, y por último, favorecer las relaciones sociales y el trabajo en equipo, así como la comunicación. Es una forma divertida de estar y poder compartir con otras personas.
Por otro lado, a nivel físico, coser es de gran utilidad porque favorece la motricidad fina, la propiocepción, la coordinación óculo-manual y bimanual, la precisión, la elasticidad, la destreza manual, la sensibilidad y la fuerza.
Además, tiene beneficios emocionales, ya que ayuda a controlar las emocione. La costura, aparte de permitir unir y confeccionar piezas en equipo. Además, fortalece la autoestima, alivia el dolor y la tristeza y mejora la relación con familiares y amigos.
Finalmente, con la costura se puede trabajar la reminiscencia, evocar recuerdos del pasado, situaciones, momentos, lugares, personas… Y así conseguir mantener la identidad propia, ayudando a mejorar la adaptación del individuo al presente.