¿Qué es la motricidad fina?
Son movimientos voluntarios de las manos y dedos muy precisos, que implican pequeños grupos de músculos, huesos y nervios que requieren una gran coordinación.
Las habilidades motoras finas se refieren a la capacidad de realizar movimientos usando los músculos cortos de nuestras manos y muñecas. La pérdida de motricidad fina puede acarrear ciertos problemas como, por ejemplo, tener dificultad para escribir, pintar, usar cierres o cremalleras, etc.
Pero, ¿por qué se pierde motricidad fina?
El cerebro ayuda a coordinar los movimientos y a ajustar la motricidad fina y el equilibrio. Así pues, el envejecimiento provoca reducción del repertorio motriz, junto con lentitud de reflejos y descenso del tono muscular en reposo, entre otros factores. Todo ello provoca descoordinación y torpeza motriz y, a largo plazo, impide realizar actividades cotidianas.
Por ese motivo, es muy importante que nuestros mayores hagan ejercicio para que no pierdan habilidades con el paso de los años y puedan seguir teniendo una vida autónoma.
¿Qué ejercicios podemos realizar para potenciar estas habilidades?
Las personas mayores que viven solas en casa pueden: apilar monedas, coser, tejer, recortar, etc.
Por nuestra parte, en los centros residenciales La Vostra Llar realizamos diversas actividades que implican la motricidad fina, cada una adaptada al nivel cognitivo de cada residente. Además, estas actividades se pueden trabajar desde diferentes áreas disciplinarias: fisioterapia, psicología, terapia ocupacional o educación social.
Como, por ejemplo, armar puzles y rompecabezas, apilar piezas, enroscar y desenroscar tornillos, etc. También realizamos muchas manualidades con las manos en las que hay que recortar, pegar y pintar, talleres de punto, costura, cocina, repostería, etc.
Así pues, el control de la motricidad fina es fácil de entrenar, tenemos un gran abanico de posibilidades para desarrollarla y es muy necesaria para que nuestros mayores disfruten de una vida autónoma.