Ahora que se acerca el Carnaval tenemos un nuevo motivo para celebrar y distraernos, ya que escoger la temática de los disfraces, decorar el centro, preparar la fiesta… son acciones que favorecen el reconocimiento social y aumentan la autoestima.
Gracias a la organización de festividades como el Carnaval, se consigue una mayor participación e implicación de los residentes, mientras se trabajan aspectos tan importantes como la concentración, la memoria, la atención y se ayuda a mantener y potenciar todas sus capacidades.
La celebración del Carnaval aporta a los residentes elementos que favorecen su estado emocional y los impulsa a sentirse más optimistas y dinámicos.
Una experiencia positiva les ayuda a sociabilizar y compartir su ilusión con el resto del grupo. Así, establecen vínculos que eliminan los prejuicios de sentirse incapacitados por los problemas físicos y emocionales a causa de la edad.